Bienvenida menopausia
En una entrevista más o menos reciente, la icónica Isabella Rossellini, con la elegancia y la gracia que siempre la han caracterizado, afirmaba que, si bien se pierde cierta belleza con la llegada de la madurez, el paso de los años podría representar una suerte de libertad e ingravidez. Puesto que, después de tener que responder a tantas obligaciones y a la necesidad de probar muchas cosas, comienza uno a decirse: “si no hago ahora lo que quiero, no lo haré nunca”. Claro, lo dice mientras es el rostro de una conocida marca de cosméticos que se orienta en la actualidad al antienvejecimiento. A pesar de ello, impresiona genuina, pero… bueno, es una gran actriz. Más allá de la estrategia de mercadeo a que sus palabras pudiesen ser funcionales, es un hecho que muchos estamos experimentando el hacernos mayores sin que nos parezca amenazante, muy por el contrario, la vejez puede ofrecer grandes ventajas; siempre y cuando las pensiones de miseria o una salud deteriorada no sean un obstácu...